FELICIDAD

Felicidad
La felicidad?. Si llega, llega. Y si no llega, se torea a la infelicidad; y así, uno, al menos, se mantiene ocupado. Honestamente, pasar toda una vida mendigando cuatro segundos de dicha, torturándose por ello, no me parece un buen método para ser "feliz". De pequenho, mi padre, con su particular ética del emigrante, me solía decir que había que saber navegar. Torear es algo parecido, es saber navegar en la vida. Puede incluso que el dicho popular de que "no se consuela quien no quiere" parezca conservador, incluso reaccionario; craso error, no siempre es así : si uno quiere conservar la propia cordura, tiene que saber que, en vida, no le queda más remedio que aceptar que el futuro es incierto, y el pasado... sencillamente, no vuelve. Así que antes de volvernos locos anhelando la vuelta de tiempos pasados, o anhelando la venida de tiempos futuros, lo más cuerdo es intentar conservar la cordura; las personas que van de esta guisa existencial por la vida, al final, terminan siendo más "revolucionarios" que muchos auto-proclamados revolucionarios. El "consuelo" (que no tiene porque ser de raigambre religiosa, escatológica, moral) es aquello con lo que intentamos sacarnos de encima una frustración, un desencanto que, de pillarnos desprevenidos, dejando que disminuya nuestras energías vitales, nuestras ganas de vivir, podría volvernos locos.
En verdad, en la escuela, hoy día -no sé si algún día- se ensenha poca cosa válida para afrontar la vida.
Tomado del blog de Diego, el madrileño
http://aforismoscotidianos.blogspot.com/